Se denomina luna azul (traducción del inglés blue moon) a la segunda luna llena ocurrida durante un mismo mes del calendario gregoriano (el usado habitualmente en Occidente), lo que sucede aproximadamente cada dos, tres años o cuatro años y, originalmente, al tercer plenilunio cuando en una estación cualquiera del año se dan cuatro lunas llenas en lugar de tres. "Que nadie espere ver una Luna de color azul, simplemente veréis una Luna llena preciosa, pero no os confundáis con su nombre literal". El fenómeno «luna azul» cobró popularidad cuando se produjo dos veces en 1999 (enero y marzo). Los medios de comunicación reseñaron ampliamente el acontecimiento, poco conocido hasta entonces. Naturalmente, en el mes de febrero de 1999 no se produjo ninguna luna llena.
Basándose el origen del término en el calendario gregoriano, su uso se difundió probablemente en la Europa medieval. La traducción castellana no es del todo completa, ya que la expresión proviene del inglés blue («azul»), el cual a su vez viene de una deformación del inglés antiguo belewe, que en realidad significa «traidor», ya que una luna adicional en la primavera implicaba extender el ayuno de la cuaresma.1 Entre tres y siete veces en cada siglo hay dos lunas azules en un mismo año. Debido a que el mes de febrero es el único cuya duración es inferior al ciclo lunar, la primera siempre se produce en enero y la segunda, en orden decreciente de probabilidad, en marzo, abril o mayo.2 Se observaron dos lunas azules el 2 y 31 de diciembre de 2009, coincidiendo que el 31 de diciembre de 2009 hubo un eclipse parcial de luna, cuyo plenilunio fue en diciembre.