jueves, 21 de noviembre de 2013

Esos pequeños astrónomos... "los escarabajos"

Recientemente tuvo lugar la entrega de los premios Ig Nobel 2013, que para aquellos que no los conozcan supone una especie de versión de los premios Nobel pero con un talante más cómico. Dichos premios son entregados cada año a diez grupos científicos y su cometido fundamental es el de "primero hacer reír a la gente y luego hacerles pensar". Estos premios son organizados por la revista "Annals of Improbable Research (AIR)" y entregados en la Universidad de Harvard por verdaderos premios Nobel en una ceremonia bastante particular y divertida.

Premios Ig Nobel
Pues bien, cuando me dispuse a ver los ganadores de este año por diferentes temáticas me encontré con una grata sorpresa en el apartado de (Biología y Astronomía). "Redoble de tambores"... y los ganadores de los Ig Nobel de Biología y Astronomía son... "de nuevo redoble de tambores"... Marie Dacke, Emily Baird, Eric Warrant, Marcus Byrne y Clarke Scholtz; un grupo de científicos de la Universidad de Lund (Suecia), por descubrir que cuando los escarabajos peloteros se pierden, pueden guiarse con la Vía Láctea para volver a casa. 
Seguramente a más de uno le gustaría ser como  estos escarabajos en alguna de esas ocasiones en las que la noche se alarga más de lo previsto... Aquí os dejo el artículo original publicado sobre dicho estudio.

Imagen de parte de nuestra galaxia, la Vía Láctea
Como amante de los insectos y también de la astronomía, encontré en este descubrimiento algo interesantísimo, lo cual me hizo tener todavía más aprecio si cabe a estos animales que tan bien me han caído desde siempre. De hecho ni Cristiano Ronaldo o Mesi superan a este escarabajo estrella en su dominio de la bola... aunque eso sí... "de excrementos". Hablamos  del escarabajo pelotero africano Scarabaeus satyrus, todo un seductor en el mundo de los coleópteros que arrastra enormes bolas de estiércol para impresionar a las hembras.

Scarabaeus satyrus
Estos animales tan curiosos son capaces de arrastrar una bola de hasta 200 veces su peso, y dentro de ellas es donde depositan sus huevos para proporcionar el lugar adecuado a su futura prole. No hay más que ponerse en el lugar de las hembras de esta especie para comprender el por qué de interesarse por el mejor pretendiente que para ellas será aquel que presente "la bola más grande". Se aseguran un lugar de protección para su descendencia, que nacerá con una gran cantidad de alimento y en un sitio donde podrán sentirse más calentitos... vamos todo un chollo.

Galante seductor conquistando a su hembra
El estudio comenzó con el pensamiento de que estos escarabajos utilizaban la Luna para orientarse, pero los científicos quedaron sorprendidos cuando en situaciones que nuestro satélite natural quedaba oculto por diversos motivos, nuestros pequeños amigos eran capaces de continuar su camino sin problema alguno.
Una vez observado este suceso, se procedió a tapar con unas tapitas de cartón el campo visual de los escarabajos para que no recibieran la iluminación de la bóveda celeste y observaron que los S.satyrus tenían mucho más complicado orientarse en su camino de vuelta.

Escarabajo con cartón para impedirle ver el cielo estrellado
Posteriormente, estos intrépidos científicos se dispusieron a marcharse con algunos ejemplares al planetario de la capital sudafricana (Johanesburgo), donde procedieron a proyectar la Vía Láctea para tan particulares espectadores. "Estoy preparándome concienzudamente por si algún día recibo en el planetario a unos visitantes tan especiales como los anteriormente comentados, en esta vida hay que estar siempre preparado".

Pequeño astrónomo orientándose
Fruto de diversas experiencias realizadas dentro del planetario, se concluyó que estos escarabajos peloteros no son capaces de orientarse únicamente utilizando la luz de una estrella, sino que necesitan la banda de luz que representa la Vía Láctea. Así que con este descubrimiento, podemos decir que nos encontramos ante el primer insecto capaz de orientarse gracias a la luz emitida por nuestra propia galaxia.


La Tierra vista desde el Apollo 8
Y por supuesto espero que cuando veáis un escarabajo, de ahora en adelante, lo miréis con otros ojos... a mi sin lugar a dudas nunca deja de impresionarme este maravilloso planeta en el que vivimos y del cual todavía nos quedan tantas y tantas cosas por descubrir... 

Esta entrada participa en el XXVII Carnaval de Biología, organizado por Daniel Martín Reina @monzonete cuyo blog anfitrión es La Aventura de la Ciencia



1 comentario:

  1. Chulísima la entrada. Graciosa y muy entretenida. Gracias bioballesteros por ilustrarnos siempre tan bien.

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